Saltillo.- A pocas horas de que una adolescente había sido atacada por un depravado en la colonia Saltillo 2000, en otro lugar de la ciudad se consumaba la violación de una niña de 12 años de edad.
La pequeña llegó a su casa llorando desconsolada; se encerró en el baño. Su madre preocupada la confrontó para saber el motivo de su llanto: su ropa estaba rasgada y ella aterrada, fueron los estragos que dejó la desgracia que había sufrido.
A espaldas de un templo la pequeña fue víctima de la lujuria de un joven de 16 años, un malhechor del barrio que bajo los influjos del alcohol sació sus bajos instintos, tomándola a la fuerza alrededor de las 23:00 horas del martes cuando ella caminaba hacia su hogar.
La arrastra al baldío
Aunque se desconoce de dónde regresaba la menor, fue en calles de la colonia Emiliano Zapata donde sus gritos de auxilio no fueron escuchados. Se perdieron en el baldío que está detrás del templo de la colonia.
Ángel Arturo B. C., alias “El Topo”, al verla pasar sola la acechó hasta que decidió atacar arrastrándola hasta el baldío ubicado cerca de las calles Emiliano Zapata y Plan de Ayala, en donde aprovechó su fuerza para desgarrar sus ropas y marcarla de por vida.
El alcohol que había tomado “El Topo” fue el pretexto. La niña suplicaba pero fue en vano, el hervor de la sangre de aquel joven de 16 años lo cegó y consumó la violación.
Al concluir el ataque detrás de la parroquia El Señor de la Misericordia, “El Topo” huyó y ella corrió a su casa ubicada en la calle Emiliano Zapata, no quería hablar con nadie, pero la insistencia de su madre la hizo confesar y soltar el apodo del rufián.
Con esa información ella llamó al Sistema de Emergencias. En el 9-1-1 inmediatamente canalizaron el reporte a unidades de la Policía Municipal, y los agentes luego de varios recorridos dieron con el culpable, a quien llevaron ante la joven para que lo reconociera. Y así lo hizo, dijo a los oficiales que era él, por lo que fue consignado ante las autoridades correspondientes.
Acto seguido se solicitó la presencia de paramédicos de Bomberos, ellos atendieron a la jovencita que aún se encontraba en crisis, y optaron por llevarla al Hospital del Niño.
POR CHRISTOPHER VANEGAS