Kaze
Antonio frecuentaba este lugar, ya era conocido por las meseras que en ratos se sentaban a hablar con aquel hombre que para sus 68 años tomaba y se divertía con alma de joven. Pero hoy le salió mal
Saltillo.- Un par de tragos en una cantina alteraron la percepción de Antonio Álvarez, quien no se fijo al momento de cruzar la calle y se le atravesó a un taxista que nada pudo hacer para evitar el impacto, dejándolo con una fractura de cráneo que lo mantiene al borde de la muerte.
En el bar “las isabeles” todo era risa y diversión, al son de las cumbias se consumía cerveza y vino, el humo de cigarro subía mezclándose con la luz de neon del bar, saliendo por las ventas y las puerta principal.
Antonio frecuentaba este lugar, ya era conocido por las meseras que en ratos se sentaban a hablar con aquel hombre que para sus 68 años tomaba y se divertía con alma de joven.
Y ese sábado no fue la excepción Don Toño, como le llamaban, estuvo tomando hasta entrada la madrugada del domingo, pero en un punto la fiesta debía terminar, así que pasadas las 12 pidió la cuenta, pagó, se despidió de sus conocidos y salió del bar que está sobre el bulevar Otilio, a la altura de la colonia San José.
Tal vez haya sido por su edad, por la falta de luz en ese tramo del bulevar, o por el abundante alcohol que consumió esa noche pero Antonio no se percató que para cruzar el bulevar, de poniente a oriente, venia un taxi, manejado por Juan Luis Flores, un ruletero que cuando reaccionó ya era tarde, se había llevado de encuentro a Don Toño, quien sufrió todo el impacto en la cabeza.
El estruendo, el golpe y el grito de dolor alertó a los del bar que salieron a curiosear y al ver la escena llamaron a los cuerpos de emergencia, solicitando una ambulancia para la atención de Don Toño.
Así que en breve llegó una de Cruz Roja, los paramédicos a cargo valoraron al lesionado, quien terminó con un trauma de cráneo que pone en riesgo su vida, así que rápidamente lo trasladaron al Hospital General.
En tanto elementos de la Municipal procedieron a la detención del conductor, quien quedó puesto a disposición de las autoridades correspondientes para que rinda su declaración de estos hechos y que tras las investigaciones se le finquen o se deslinden responsabilidades.
Por Christopher Vanegas
