Suecia.- Un hombre, desde que estaba en la secundaria tenía traumas por el tamaño de su miembro viril, por lo que cuando llegó a los 30 años, decidió entrar al quirófano para agrandarlo, esto en Estocolmo, Suecia.
El procedimiento no parecía tan descabellado, pero corría riesgos.
El plan original era remover grasa de otra parte de su cuerpo e inyectarla en el pene, pero durante la cirugía, el paciente murió de un ataque al corazón.
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Aunque hay médicos que no apoyan esta cirugía porque la tachan de “inútil” y porque implica consecuencias como la desfiguración o la disfunción eréctil, hay otros doctores que sí se atreven a hacerla.
El reporte médico informaba que a las venas del paciente se le filtró parte de la grasa que le sería inyectada en el miembro. La grasa llegó a sus pulmones, rompió los vasos sanguíneos, y vino el infarto.
Nada pudo hacerse por el paciente, y expertos señalan que el error fue inyectarle la grasa mientras se aflojaban los ligamentos del miembro.
La Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética informó que cada año más de 8 mil hombres se someten a cirugías para aumentar las medidas de su pene.