GENERAL CEPEDA, COAH.- En compañía de tres amigos, Rubén salió de un ejido a comprar cervezas, pero le ganó el ímpetu de probar cuánto podía correr la camioneta que le prestaron y volcó solo para matarse.
Rubén Rodríguez estaba con amigos y familiares en una reunión en el ejido San Francisco, cuando le fue encomendada la misión de traer más alcohol.
Un tío le dio las llaves de su Lincoln Mark LT y le dijo que fuera al ejido Porvenir de Tacubaya, apuntándose para el viaje Luis Roberto Rivera , Seferino Aguayo y Héctor Rodríguez.
Era mediodía y Rubén enfiló por la carretera antigua a General Cepeda, diciendo a sus acompañantes que iba a “calar” la Lincoln acelerando a fondo, pero al tomar una curva se salió del camino y dio varias vueltas de campana. Rubén salió proyectado por no llevar puesto el cinturón de seguridad, perdiendo la vida de manera instantánea al golpear su cabeza contra unas rocas; los demás pasajeros presentaron diversos golpes.
Seferino pudo parar un vehículo que pasaba por el lugar y se fue a solicitar ayuda, acudiendo minutos más tarde elementos de Fuerza Coahuila que pidieron una ambulancia de Bomberos.
Héctor fue atendido por los paramédicos y se decidió su traslado a la Clínica Dos del IMSS; Seferino se internó en un centro de salud en General Cepeda; sólo Luis Roberto se quedó en el lugar para proporcionar datos a las autoridades.
POR JETZA MÚZQUIZ