Saltillo.- Vladimir López Rodríguez, un policía municipal de 31 años, falleció en las instalaciones de un hospital privado luego de haber sufrido una lesión con un arma blanca cuando acudió a ayudar a una familia que era atacada por uno de sus integrantes. El agresor se le abalanzó con cuchillo en mano cortándole parte del lado izquierdo del rostro, desde la oreja hasta la yugular.
La tragedia se empezó a tejer cuando Juan de Dios Mancillas, de 30 años, llegó a una tienda de abarrotes ubicada en la calle 17, entre la 10 y la 12 de la colonia Mirasierra: de inmediato comenzó con su desorden.
Al parecer fue a reclamar algo a sus familiares que viven ahí, pero comenzó a agredir a mujeres y hombres por igual.
Los vecinos reportaron el escándalo a los grupos de WhatsApp de la Comisión de Seguridad, arribando de inmediato el oficial para tratar de poner orden.
Pero Juan de Dios se le fue encima hiriéndolo; ya se había pedido ayuda y en ese momento llegaron más uniformados, siendo uno de ellos quien al ver a su compañero en peligro sacó su arma de cargo.
Disparó en tres ocasiones, dos de ellas impactaron en las piernas de Juan de Dios y una tercera en el abdomen, siendo esta la forma en que logró que se separara y que fuera detenido por más compañeros.
Pero Vladimir ya estaba herido de muerte: quedó tirado en medio de un charco de sangre y la hemorragia no se detenía; una ambulancia de Cruz Roja llegó.
Fue subido de inmediato y trasladado en estado grave a las instalaciones de un hospital privado, donde al ingresar le realizaron maniobras de resucitación, pero momentos después falleció.
Homicida, hospitalizado
Juan de Dios también fue subido a una ambulancia pero del Cuerpo de Bomberos, que lo trasladó al Hospital General para su atención médica quedando en el lugar un oficial custodio.
Se espera que en las próximas horas su estado evolucione y sea procesado por el asesinato de Vladimir, quien falleció mientras cumplía con su misión de velar por la seguridad de los saltillenses.
Las autoridades informaron que el agente tenía seis años de servicio. Era casado y padre de una niña y un niño, de 6 y 10 años de edad, respectivamente.
Por Ulises Martínez