Una familia de Kansas se sorprendió al recibir una factura de 132 mil dólares después de que su hijo de cinco años destruyera una escultura que se exhibía en el Centro Comunitario Tomahawk Ridge, en Overland Park. Las cámaras de seguridad captaron el momento en que dos niños corren alrededor de la escultura y, de un momento a otro, el más pequeño se trepa en ella, partiéndola por la mitad y haciéndola caer.
Sarah Goodman, la madre del niño, dijo a la prensa local: “No pretendo demeritar el valor del arte, pero no puedo pagar por eso. Está claro que los accidentes pasan y esto fue un accidente”.
La mujer asegura que no conoce con exactitud cuál fue la magnitud del daño e intenta excusar a su hijo: “Probablemente [el niño] la abrazó, porque es un chico amoroso y dulce que acaba de graduarse de preescolar”.
La madre también alegó que la obra estaba desprotegida, a diferencia de otros trabajos exhibidos en el Centro.
Dos años echados a perder
La escultura Aphrodite di Kansas City — hecha de pequeñas piezas de vidrio y una mezcla de materiales delicados— es obra de Bill Lyons, quien tardó dos años en realizarla. El artista, quien en días recientes había enviado su escultura a una venta de arte con un precio base de 132 mil dólares, asegura que esa obra era el proyecto más ambicioso que había emprendido.
Según su propio diagnóstico, la pieza tiene daños irreparables: “Quiero que me reembolsen el tiempo que pasé trabajando en ella y lo que creo que vale”, dijo en declaraciones al portal Kansas City Star.
Por su parte, la madre reclama que nadie involucrado en el caso haya preguntado por el estado de salud de su hijo.