Puebla, Puebla.- Una niña de 8 años, originaria de Chiapas, murió tras haber comido un pollo que sus padres compraron en una tienda departamental ubicada en San Jerónimo Caleras, el pasado fin de semana. Dicho alimento estaba descompuesto, según informaron los progenitores de la menor.
Tras el deceso de la menor, ayer los desesperados padres lograron con ayuda de vecinos y otras personas solidarias, cubrir algunos gastos funerarios.
Ayer por la mañana, salió a la luz pública el caso, cuando los padres se acercaron a los medios de comunicación para pedir apoyo de la ciudadanía, pues al ser de escasos recursos, no tenían lo suficiente para velar y trasladar el cuerpo de su hija a Chiapas, para darle sepultura donde son originarios.
Julia del Carmen Corzo, la madre de la menor, señaló que son personas humildes y por lo tanto buscaban la solidaridad de la gente para poder completar los gastos que iban teniendo.
Inicialmente vecinos de los deudos, en la junta auxiliar de San Jerónimo Caleras, les prestaron un domicilio, por que donde ellos rentan no se podría velar a la menor; además de que otras personas les llevaron flores, veladoras y dinero.
Alguien ofreció un paquete funerario, pero por el traslado y permiso correspondiente, aumentaba y también hacía falta esa parte de dinero.
Los padres no podrían viajar en la carroza, por lo tanto, debían ir en autobús y el más barato salía por la tarde, pero no completaban cubrir el costo de los boletos.
Finalmente se mostró una vez más la solidaridad poblana y al menos se cubrieron los gastos necesarios, por lo que en la tarde partió la carroza para Chiapas y los destrozados padres respectivamente, quienes aún tienen a cargo otro menor de 6 años de edad.
Rubén Torres, el papá, explicó que compraron un pollo en una tienda Aurrera, y su esposa Julia hizo un guisado, pero eso trajo consecuencias en la salud de su hija de 8 años, lo que culminó en su muerte.
Según el resultado de autopsia, el deceso se debió a ingesta de alimentos en mal estado. Los padres no precisaron si buscarán proceder legalmente contra la tienda, tras una debida investigación.