Una niña de diez años de edad tuvo que grabar, con ayuda de su amiga, a su agresor sexual para que le creyeran que había sido violada.
El agresor, de 62 años, padre de la niña que ayudó a grabar el abuso, fue encarcelado por “reiterados delitos de atentado violento al pudor, agravados”.
El caso ocurrió en Uruguay, en la ciudad de Artigas.
La niña tuvo que someterse en varias ocasiones “voluntariamente al abuso para obtener una prueba para que los adultos creyéramos en ella”, indicó la fiscal uruguaya Mariela Nuñez, citada por BBC.
TE RECOMENDAMOS
Descuartizan y sacan los órganos a presunto violador
El aparato que las niñas emplearon para obtener la evidencia en video fue una de las computadoras portátiles para niños que ofrece el Estado uruguayo a estudiantes, las llamadas “Ceibalitas”, llamadas así porque son repartidas como parte del Plan Ceibal.
La víctima de los abusos sexuales le contó luego a una tía lo sucedido y le dijo que poseía “varios videos” en los que se podía ver cómo el padre de su amiga abusaba de ella.
El pasado 21 de septiembre, sus familiares interpusieron ante la fiscalía una denuncia penal y aportaron los videos como prueba.
La fiscalía departamental de Artigas considera que este caso debe servir “no sólo para que se haga justicia, sino para que la sociedad tome conciencia” de que se trata de un fenómeno que ocurre “con más frecuencia de la que creemos, y que los niños no mienten, no inventan”.