En la denuncia colectiva que presentaron cerca de 80 personas contra los líderes del grupo de autoayuda NXIVM, la coahuilense Loreta Garza Dávila es una de las señaladas de administrar a un grupo de mujeres que eran esclavizadas y que eran usadas para expandir la lista de parejas sexuales del líder de la organización, Keith Raniere.
Según consta en la denuncia de 189 páginas, Garza Dávila reside en Waterford, Nueva York y trabajó directamente con Raniere para crear y ejecutar el grupo secreto de mujeres denominado “DOS” (Dominante sobre Sumiso), del cual era una de las líderes con el cargo de “First Line Master”.
“Además de las acusadas Lauren Salzman y Alisson Mack, las acusadas Daniela Padilla Bergeron, Rosa Laura Junco, Loreta Garza Dávila, Mónica Durán y Nicki Clyne también contaban con sus propios grupos de mujeres esclavas, algunas de las cuales también fueron obligadas a reclutar a sus propias esclavas. El propósito era proporcionar una mayor plantilla para Raniere, así como para ampliar su oferta de parejas sexuales”, señala la denuncia.
En el grupo que tenía a su cargo Garza, por lo menos una de las 80 víctimas que presentaron la denuncia, a quien se le llama “Jane Doe 25” para proteger su identidad, era una de las esclavas de la coahuilense. Además, se le menciona en otras acusaciones para el reclutamiento de mujeres.