Saltillo.- Vianey del Refugio Chávez fue un ejemplo de amor incluso fallecida. Al intervenir en una riña para proteger a su hijo adolescente, el martes en Parras de la Fuente, recibió una puñalada que le provocó la muerte un día después, ya internada en el Hospital General de Saltillo.
Sin embargo, una parte de ella permanecerá con vida: tras diagnosticársele muerte cerebral, su familia decidió que sus órganos fueran donados.
Según las investigaciones, la agresión entre menores ocurrió antier a las 19:00 horas; era un grupo de jóvenes del Fraccionamiento Haciendas de los Viñedos contra otro de la colonia Miramar.
Al ver la gresca, ella y su hermano salieron a resguardar a sus hijos, pero uno de los atacantes, apodado “El Rambo”, sacó una navaja y provocó la desgracia que además le costó su libertad. Vianey terminó con una herida en el abdomen que obligó a trasladarla a la capital del estado.
Pese a la pérdida, su familia autorizó que su cuerpo fuera llevado al Hospital Universitario para realizar el procedimiento de salvaguarda de órganos, en la que también participaron el Banco de Ojos y el Centro Estatal de Trasplantes.
POR JETZA MÚZQUIZ