RAMOS ARIZPE, COAH.- El jueves pasado Juan Miguel Pérez Segura salió a jugar futbol en las canchas de la colonia Analco, ahí fue detenido por elementos de la Preventiva Municipal; lo último que supieron sus familiares fue que yacía sin vida en una celda municipal.
Las autoridades declararon que se trataba de un infarto, pero su pareja y su familia sospechan que los golpes que presenta el cuerpo del occiso, por parte de los municipales, le provocaron la muerte.
Residente de la calle Cosalá, Juan Miguel, de 45 años, se encontraba a disposición del juez calificador. En el lugar del deceso los uniformados declararon que cuando entraron a la celda para darle el desayuno se dieron cuenta que había muerto.
Juana María Garza declaró que su novio salió de su casa a las 19:00 horas para jugar, en lo que ella preparaba la cena. Minutos después tocaron a su puerta los compañeros del equipo y le entregaron la sudadera de Pérez, le dijeron que habían llegado los policías y cuando empezaron a revisarlos se resistió y lo arrestaron.
“Agarraron a Juanelo y luego luego se fue a la comandancia de la Analco y no estaba ahí, le llamó a su hija para que fuera a la comandancia de la Fidel y tampoco estaba, le habló a un familiar para que fuera a la comandancia Manantiales y tampoco. Estuvieron buscándolo hasta las 11:00 y no aparecía en ninguna comandancia”, platicó un familiar del fallecido.
“Nos dijeron igual le podemos poner muerte natural para que se vaya rápido”.
Luego de que les informaran del deceso, la familia acudió al Servicio Médico Forense solicitando ver el cadáver y se lo negaron. Ahí uno de los forenses que los atendió les dijo que tenía las manos y los labios morados, lo que indicaba un infarto y que podían poner que la causa de muerte fue natural, sin hacer la necropsia, pero ellos insistieron en que le realizaran el procedimiento de ley.
“Nos dijeron ‘igual le podemos poner muerte natural para que se vaya rápido’ y le dijimos ‘no, hágamele la autopsia, lo que salga’. Queríamos verlo, cómo estaba de su rostro, si traía golpes, pero el fiscal o no sé qué sea no me dejó entrar. Dijo que el Ministerio Público era muy feo con ellos y que lo podían correr. Ya para cuando llegaron su papá y su mamá que sí podían entrar, por ley, ya lo estaban preparando”, comentó una prima del futbolista.
Otro dato que hace dudar a los familiares de Pérez Segura es que un amigo de la hija de María estaba encarcelado cuando ingresaron a Juanelo. “Dice que cuando iban a meter a mi primo los sacaron a todos y nada más lo dejaron a él en una celda y a los demás los dejaron libres, sin pagar fianzas ni nada”, comentaron a VANGUARDIA.
“Él no padecía ninguna enfermedad, salía en la mañana a correr, en las noches también salía un rato; jugaba futbol en las tardes.
Nadamás queremos que nos digan la verdad; no nos dicen nada. Fuimos a pedir información a la Delegación de la Analco y nos dicen que la tiene que dar el ministerio público, pero yo digo que los que tenían la custodia deben responder”, denunció María Garza.
Los hechos
Juan Miguel Pérez salió a jugar futbol en la colonia Analco.
Fue detenido al resistirse a una revisión por parte de la Policía de Ramos Arizpe.
Los familiares lo buscaron en las comandancias de Analco, Manantiales y de la Fidel Velázquez; no lo hallaron.
Al día siguiente se les informó que Juan Miguel amaneció muerto.
POR MARCELINO DUEÑEZ