El pasado 26 de abril parecía un día normal para Davis Cripe. Dejó su casa y fue a su escuela, tomó las clases y luego se dirigió a sus lecciones de arte.
Pero algo pasaba, de repente comenzó a sentirse mal, la cabeza le daba vueltas y se desmayó. Falleció a las 15:30 horas de ese día.
Muerte súbita fue lo primero que se pensó que le pasó. Pero sus amigos ayudaron al médico que practicó su autopsia a determinar qué le había ocurrido a Davis.
Resultó que había consumido demasiada cafeína en un lapso muy corto para su organismo, lo que terminó afectando su corazón.
“Era un gran muchacho. No estaba metido en cosas malas. Te preocupas por su seguridad, su salud, en especial cuando empiezan a conducir. Pero no fue un accidente lo que lo mató. Fue una bebida energizante”, dijo Sean Cripe, padre de Davis.
Qué pasó
En poco menos de dos horas, Davis bebió un café con leche, una Mountain Dew grande y medio litro de una bebida energizante, antes de ingresar a sus clases de arte, según explicaron autoridades a los medios del condado de Richland, Carolina del Sur.
La causa oficial de la muerte, según quedó registrado, fue la excesiva ingesta de “cafeína, que indujo un evento cardíaco que causó una probable arritmia”.
“No digo que morirás si tomas una bebida energizante. No es el nivel de cafeína en su sistema, sino la cantidad de cafeína que tomó… en ese período que afectó su corazón”, indicó el médico encargado.
El experto también añadió que la cafeína tiene diferentes efectos dependiendo de quién la consuma.