Lorna Webb, una británica de 51 años, ha gastado más de 290.000 euros que había heredado en drogas. Ahora la mujer, madre de dos hijos, es una sintecho.
Los hechos han pasado en Cambridge, Reino Unido. La mujer heredó esta abundante suma de dinero, y en cuestión de 14 meses se lo gastó todo. Ahora, además, tiene prohibida la entrada en una calle de la famosa ciudad inglesa.
Lorna Webb había estado casada, tenía dos hijas y era la propietaria de dos casas en Cambrigde, según informa el Mirror. Su vida era normal y tenía muchas posibilidades, hasta que se vio con 292.824 euros, poco más de 320 mil dólares, en el banco.
La mujer cayó en una espiral de drogas y adicciones que la ha llevado a malvivir en una carretera. Su comportamiento intimidatorio le ha valido la expulsión de la calle donde se había instalado, y ahora tiene que buscar un nuevo lugar donde vivir.
Necesitó poco más de un año
Webb ha confesado que se gastaba hasta 600 libras (unos 700 euros) al día en drogas de todo tipo. La mujer llevó este estilo de vida durante un año y dos meses, hasta que agotó todo el dinero que había heredado.
Cuando se quedó sin nada, se vio obligada a vivir en la calle y empezó a delinquir: robos, daños, agresiones físicas y desórdenes públicos fueron, entre otras, las denuncias que numerosas personas interpusieron contra ella.
La Fiscalía del caso aseguró en el juicio, celebrado el 25 de noviembre, que el comportamiento de Webb provocó un sentimiento “de acoso, alarma y angustia durante muchos años a gente de la comunidad, incluidos residentes, propietarios de empresas y visitantes”. Y continuó: “Su comportamiento es intimidante, perturbador y agresivo y a menudo provoca miedo en la comunidad”, declaró.
Por este motivo, el juez la declaró culpable de algunos de los delitos que se le imputaban, y le ha prohibido la entrada en la calle donde vivía durante dos años. Además, la mujer tendrá que hacer servicios a la comunidad durante 18 meses y tendrá que cumplir 28 días de rehabilitación.
Una infancia dura
Según ha explicado ella misma a medios locales, su infancia fue difícil. Webb fue una niña adoptada, pero después de seis meses la madre adoptiva la volvió a enviar con los padres biológicos. Finalmente, la mujer se marchó de casa a los 16 años, y se estableció en Cambridge a los 19.
Tuvo una hija a los 21 años y trabajaba en dos sitios a la vez. Ocho años después se casó y tuvo la segunda, a los 30. No obstante, se separó del marido y no tiene ni idea de donde está, según ha asegurado.
Mantuvo a otros compañeros drogadictos
Según ha explicado Webb, cuando heredó el dinero (que venía de su padre adoptivo), estuvo viviendo de forma “alocada, manteniendo a mis amigos”, ha asegurado.
La mujer asegura que todos sus compañeros y gente próxima son adictos, y “no había forma de que los dejara” sin droga. Aunque dice que le habría gustado “equilibrar un poco más” las cosas, no se arrepiente de la forma en la que gastó el dinero: “Me alegro de que haya ido a parar a la zona. El dólar se ha invertido”, ha sentenciado.
Webb ha explicado que, durante aquella época, perdió mucho peso y sufrió una crisis nerviosa, a consecuencia del gran consumo de cocaína. “Es muy doloroso”, ha dicho.