Estados Unidos, Canadá y México esperan un camino sin obstáculos para tener los derechos de compartir la sede del Mundial
MANAMA.- Los líderes del fútbol mundial planean dar la luz verde a un proceso expedito que otorgaría a Norteamérica la Copa del Mundo 2026 esta misma semana, con el presidente de la FIFA Gianni Infantino confiado en garantizar un proceso “blindado” para evitar los escándalos registrados en previas votaciones.
Estados Unidos, Canadá y México esperan un camino sin obstáculos para tener los derechos de compartir la sede del Mundial, si los requisitos técnicos de la FIFA se cumplen para el próximo año.
“Es una propuesta interesante y original que discutiremos mañana en el consejo y presentaremos la recomendación ante el congreso”, indicó Infantino a The Associated Press el lunes en Bahréin al inicio de una semana de reuniones de la FIFA.
No se espera oposición a la vía rápida tanto en el consejo como en el congreso, donde los 211 miembros de la FIFA tienen la última palabra.
Al evitarse una puja con varias candidaturas, el proceso no se expondría a las denuncias de actos de corrupción que han manchado las votaciones para sedes mundialistas en las últimas décadas. Casos de sobornos han sido revelados, en parte, por fiscales estadounidenses, pero la candidatura encabezada por Estados Unidos es la favorita indiscutible para el Mundial 2026.
“Hemos visto anteriormente muchas interrogantes en torno a procesos de selección”, declaró Infantino. “Por lo que tenemos que asegurarnos de que este proceso sea absolutamente blindado”.
La propuesta norteamericana contempla un torneo en el que 60 partidos serán disputados en Estados Unidos, incluyendo todos los choques a partir de los cuartos de final. Canadá y México albergarán 10 partidos cada uno.
Pese a los planes de compartir el torneo, existe la posibilidad de que Estados Unidos surja como el único anfitrión si sus vecinos son considerados poco idóneos por el Congreso de FIFA en junio de 2018. La moción que será presentada ante el congreso el jueves establece que Norteamérica desea los derechos de sede siempre y cuando “uno o más” de los países “cumple con los requisitos técnicos de la candidatura”.