Monclova. “Una mujer, madre y esposa fue convertida en cenizas”, Gabriela Kobel Lara fue asfixiada, asesinada a balazos, tirada en un pozo y finalmente incendiada con gasolina y diesel hasta quedar en polvo.
Sus restos fueron cubiertos con tierra, encima se sembró semilla de avena para ocultar el hecho.
Ayer David Ernesto Olivo Vázquez, autor material del feminicidio y coautor del ocultamiento e incineración de su cadáver recibió sentencia condenatoria, hoy se anunciará la individualización de pena en la audiencia que finaliza este proceso penal.
Durante la audiencia ejecutada en el Centro de Justicia Penal del Distrito Sabinas, un tribunal observó el desahogo de pruebas y testimonios de testigos, así como del autor material del ocultamiento del cadáver, Juan Antonio quien era trabajador del empresario.
El hecho, se dió a raíz de una deuda que tenía el propietario de — con la alcaldesa de Juárez.
Por tener una “relación afectiva y de confianza” (como se dijo por ministerio público) la entonces jefa de la comuna, facilitó un préstamo de 700 mil pesos a Olivo Vázquez, el motivo era la adquisición de maquinaria que ellos tenían conocimiento no servía.
Al acercarse el informe de gobierno de Gabriela Kobel, comenzó a pedir la cantidad otorgada al prestador de servicios del municipio y fue cuando este decidió ultimarla.
El testimonio de “El cholo” fue crucial para determinar la sentencia condenatoria del señalado, pues luego de que el pasado lunes fuera sentenciado a diez años de prisión por haber colaborado en el feminicidio que cometió su patrón, decidió contar toda la verdad de los hechos.
Dijo que el día 9 de diciembre del 2018 recibió una llamada de David, le pidió comprara diesel y gasolina y acudiera a primera hroa del siguiente día a la granja de su propiedad en la colonia Coahuila, en Sabinas.
Cerca de las 7:00 horas, arribó su jefe en su camioneta Mazda junto a la alcaldesa y comenzó a discutir con ella.
Se supo que la asfixió, pero ella opuso resistencia y mordió el brazo del empresario al grado de dejar una huella que a una semana del feminicidio se notaba claramente.
Este tomó el arma de fuego calibre 38 y tiró. Primero le dió un balazo en el cuello y otros dos en el estómago.
Ahí fue cuando “el cholo” fue llamado por David y le pidió que le ayudara a meter el cuerpo a un pozo donde quemaban basura.
Para entonces “ya estaba frita” dijo el autor de la ocultación del cadáver.
Fue el mismo empresario quien también arrojó leña y roció el cuerpo con el combustible, finalmente originó el fuego con un cerillo.
Por un lapso de dos a tres horas, el fuego se estuvo avivando con más diesel y gasolina.
Al quedar solo cenizas, la dentadura de Kobel, botones de sus prendas, llaves de su vivienda, dieron el último paso, cubrir el lugar donde se encontraban los restos.
“Se fue de ahí en una maza color oscurito, me marca y me dice como está todo? todo bien le contesté, le cuelgo y llega una retro, tapa el pozo y fue todo lo que pasó” explicó el cholo al tribunal.
El arma la entregó por petición del empresario, a su padre, envuelta en bolsas azules.
En medio del llanto, el trabajador, dijo haber sido fuertemente torturado por los agentes de investigación, aunque fue cuestionado de lo que vivió dijo “ya no quiero recordar lo que pasó, ya no puedo haber. Hace un año que estoy muy a gusto ahorita lo que quiero es irme”.
¿Quien la mató? le cuestionaron: “él” miró a su patrón.
Aunque la defensa de Olivo Vázquez presentó como testigos a su suegra y su cuñado, el tribunal, dijo no generaron una hipótesis que disminuyera la credibilidad en las investigaciones del Ministerio Público.
Griselda Elizalde Castellanos, la jueza presidenta preguntó al demandado si era su deseo expresar algo y respondió:
“Soy inocente quiero que se demuestre por que extraño mucho a mis hijos, se me hace dificil que entren al penal a vera su padre cuando anteriormente caminaban de la mano en la palza, llevandolos al colegio, sintiendome orgulloso de ellos”.
En medio del llanto, mostró fotografías y cartas de sus hijos, dijo todo el caso fue fabricado para perjudicar a el y su familia.
Fue entonces cuando la hija de Gabriela Kobel también habló “yo también voy a la universidad y tengo buenas calificaciones pero no tengo a quien decirle, sus hijos lo tienen a el y a su madre, yo solo tengo a mi papa” terminó señalando que el dolor que siente ahora debió de haberlo analizado antes de matar a su madre.
Después de un receso, el tribunal dió el fallo de sentencia condenatoria en contra de David Ernesto Olivo Vasquez por el delito de feminicidio, y su participación como co-autor de la ocultación e incineración del cadáver para ocultar el feminicidio. Se dijo la audiencia de invididualización de la pena se ejecuta hoy 13 de febrero en la misma sala del Centro de Justicia Penal en Sabias, Coahuila.
Carlos Alberto Chacón Madrid y sus hijos, pidieron la pena máxima para el feminicida de la alcaldesa, en caso de existir la pena de muerte en el país, la solicitarían.
POR LIDIET MEXICANO