Saltillo.- El número de suicidios registrados durante este 2018 en la Región Sureste del estado dio un brinco 72, luego de que la mañana de este domingo se presentarán dos nuevos casos en distintos puntos de la ciudad, con una diferencia de solo tres horas entre cada incidente.
Cerca de las 07:40 horas, paramédicos de la Cruz Roja se dirigieron a la calle 19, entre la 44 y la 22, de la colonia Vicente Guerrero, para revisar a un joven de 27 años cuya familia lo había encontrado con una soga atada al cuello y pendiendo de una estructura en su habitación.
El hombre fue identificado como Julio César Téllez Cortés, quien durante la madrugada atentó contra su vida, mientras sus demás familiares se encontraban dormidos, siendo localizado horas más tarde ya sin signos vitales.
NADA QUE HACER
Los paramédicos sólo pudieron dar fe del fallecimiento y avisar a las autoridades municipales y ministeriales para que se marcara un perímetro alrededor del área para esperar por la llegada de los agentes de la Unidad de Investigación de Homicidios de la FGE.
Lo único que se mencionó de Julio César es que venía padeciendo ya de bruscos cambios de ánimo por diversos problemas por los que atravesaba, sin embargo, su familia nunca advirtió tendencias o ideas suicidas en él hasta que fue ya muy tarde.
EL SEGUNDO, EN LA NAZARIO ORTIZ
Con una soga amarrada a la protección de la ventana del baño y el otro extremo enredado en su cuello, fue como la esposa e hija de Jesús Rodríguez, de 68 años, lo encontraron en su hogar de la calle Sexta, en la colonia Nazario Ortiz Garza.
Cerca de las 10:20 horas llegó el reporte al 911, que indicaba que el anciano ya presentaba algo de rigidez y que estaba muy frío, siendo despachada una ambulancia de la Estación Norte de Bomberos.
Los paramédicos nada pudieron hacer ya por Javier, quien fungía como taxista.
De acuerdo a las autoridades, la noche anterior, luego de haber concluido una fiesta en la cual estuvieron los tres hijos de Javier y sus nietos, éste tuvo una discusión con su esposa y luego se fue a acostar, siendo encontrado ya sin vida la mañana siguiente.
POR JETZA MÚZQUIZ