Los asistentes a un funeral en Wiethagen, en el área de la ciudad alemana de Rostock, en el este del país, acabaron con un ‘pasón’ de marihuana involuntario.
Como es tradicional en la zona, los asistentes fueron convocados a un restaurante para tomar café y pastel. Pero para su sorpresa, acabaron comiendo un dulce elaborado con cannabis.
Como resultado, trece personas se intoxicaron y experimentaron náuseas y mareos, necesitando asistencia sanitaria. Al parecer, el encargado de hacer los dulces le pidió a su hija de 18 años que le ayudara a hornearlos en casa, informa La Voz de Galicia.
Pero a la hora de cogerlos de la nevera y llevarlos al restaurante, el encargado cogió un pastel elaborado por su hija para consumo privado cocinado con un ingrediente especial. Ahora, la joven está siendo investigada para determinar cuál fue su responsabilidad en los hechos.
Los hechos ocurrieron el pasado mes de agosto, pero las autoridades lo han hecho público ahora por respeto a la familia y a los amigos de la fallecida.