La mayoría, 23 mil 326, son largas, como fusiles AR-15 y AK-47, y 12 mil 747 son cortas, según estadísticas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), disponibles en su página de internet
Durante el sexenio pasado, el Ejército Mexicano incautó un total de 36 mil 73 armas de fuego de distintos calibres en operaciones de apoyo a la seguridad pública en el país.
La mayoría, 23 mil 326, son largas, como fusiles AR-15 y AK-47, y 12 mil 747 son cortas, según estadísticas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), disponibles en su página de internet.
En los primeros seis meses de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, suman 2 mil 633 armas cortas y largas aseguradas por la Sedena a integrantes de la delincuencia organizada, principalmente en los estados de Tamaulipas, Michoacán, Sinaloa, Guerrero, Sonora, Nuevo León, Coahuila, Chihuahua y Baja California.
De manera particular, resalta que en Michoacán se llegaron a decomisar lanzacohetes y lanzagranadas. La oficina de la Fiscalía General de la República (FGR) identifica a 2011 como el año en el que más armamento se decomisó, especialmente a los cárteles del Golfo y Los Zetas, grupos que operan en la zona fronteriza de Tamaulipas con Estados Unidos.
A pesar de que es sabido que la mayoría del armamento que ingresa a México proviene de Estados Unidos, el Cenapi detectó que por la frontera sur pasan cada vez más armas al país, como rifles de alto poder tipo M16, AK-47, y granadas de mano, principalmente por Guatemala. Según el órgano de inteligencia de la FGR, lo “poroso” de la frontera sur ha facilitado el traslado de armamento, incluso del que se utilizó en los conflictos armados en Centroamérica y que está en manos de traficantes de armas.
Señala un informe que Guatemala representa una situación especial porque en ese país está permitido el uso de armas de fuego pequeñas a todo tipo de personas, lo que ha originado el “tráfico hormiga” de armamento a México.
El Cenapi asegura que la oferta de armas en la frontera sur, principalmente en Guatemala, se debe a que existen armerías establecidas para su venta legal, además de se pueden obtener pertrechos de guerra compuestos por armas adquiridas durante los conflictos armados en Centroamérica.
Algunas armas que comúnmente se trafican a través de la frontera sur son los fusiles automáticos AK-47 y M16, acompañados de granadas de mano, destaca el Centro de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia. Un análisis de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) estima que más de 15 millones de armas están en manos de civiles en México.