Saltillo.- Apenas hace dos días, una madre de familia llenaba su casa de júbilo y alegría con motivo de la graduación de su hijo, para un día después inundar de luto y dolor la misma vivienda; luego de que tomara la decisión de quitarse la vida, al ingerir varias pastillas que tomaba para tratar su depresión.
Verónica Espinoza, de 43 años, fue encontrada por su hija en su hogar de la calle Quiebra Hacha 184, tirada a un lado de su cama e inconsciente, cerca de las 10:40 de la mañana.
De inmediato llamaron a una ambulancia de la Cruz Roja para atender a la víctima.
Aunque se hizo todo lo humanamente posible para hacer reaccionar a Verónica —cuyos hijos pensaban que había sufrido algún desmayo— los rescatistas solo pudieron confirmar el fallecimiento de la mujer, quien tendría ya algunas horas de haber muerto.
Luego de dar aviso a las autoridades, los paramédicos encontraron al lado del cuerpo de Verónica una botellita de medicamento que, según sus hijos, ella tomaba ya que se encontraba bajo tratamiento, sin especificar por qué malestar, y que se trataba de pastillas controladas bajo receta médica.
INICIAN INVESTIGACIÓN
Al lugar acudieron elementos de la Unidad de Investigación de Homicidios de la FGE para tomar conocimiento del hecho y ordenar el traslado del cuerpo al Semefo, para que la necropsia revele las causas exactas de la muerte, a fin de esclarecer lo sucedido.