Perú.- Hace unos días logró esclarecerse la desaparición de la activista defensora del feminismo Solsiret Rodríguez, quien había desaparecido desde agosto de 2016, cuando tenía 23 años, dos bebés y estudiaba Sociología en una universidad pública, un caso que conmocionó al Perú y que al fin fue resuelto con la confesión de su asesina, Andrea Aguirre, quien compartía la lucha feminista con Rodriguez, cuyos restos descuartizó tratando de borrar las pruebas de su delito.
El de Solsiret fue uno de los tantos casos en los que la policía no investigó de forma inmediata, pero los padres, Rosario Aybar y Carlos Rodríguez, jamás dejaron de insistir en exigir resultados de la investigación y hasta buscaron por su cuenta pruebas al margen de la Fiscalía.
El caso que durante los últimos tres años conmovió a Perú, este miércoles pasado tuvo su fin cuando una de las responsables confesó el asesinato a las autoridades y dijo dónde escondió los restos del cuerpo. El Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público, confirmó que los restos hallados coinciden con los de la activista.
Andrea Aguirre, fue arrestada junto con Kevin Rodriguez el pasado viernes después de semanas de seguimiento dispuesto por el Ministerio Público, en Lima y en Huaraz, en la sierra norte.
Aguirre declaró a los investigadores de la policía de criminal, que después de una discusión en la que también estaba su pareja, Solsiret cayó desde un cuarto piso, lo que atribuyó según ella, a un accidente, luego, para hacer desaparecer el cuerpo entre ambos la descuartizaron.
La activista y estudiante fue vocera de la plataforma “Ni una Menos” en la región Callao, donde vivía, y una semana antes de su desaparición, irónicamente, fue una de las decenas de miles de personas que participó en Perú en la primera marcha de ese movimiento contra la violencia machista.
Amigos y familiares lamentaron durante los mas de tres años y medio transcurridos que los avances en la investigación fueran mínimos.
Su padre jamas dejó de buscarla, “Te seguiré buscando hija, mientras tenga vida no habrá un día que deje de buscarte”, había dicho al cumplirse 27 meses de la desaparición de la joven. En estos tres años y medio, para evitar que el caso pasara al olvido, amigas de la víctima y activistas de los derechos de la mujer organizaron plantones y movilizaciones reclamando avances en la investigación.
“Tuvimos la indiferencia y la ineficacia de todo el sistema de justicia, Ha sido una articulación de negligencias para decir que las mujeres desaparecidas en este país no son importantes”, comentó una de sus amigas y compañeras de activismo.
“Uno de los dos sospechosos ha confesado, pero más personas están involucradas. Las negligencias cometidas en este caso no son justicia. Los avances que se lograron en la geolocalización de los teléfonos móviles, el reporte de llamadas, y muchos procesos de la investigación no se deben a una respuesta inmediata por parte de las autoridades, sino porque la familia ha estado buscando evidencias”, sentenció.
Esposo y cuñado estarían involucrados
La declarante aseguró que, en los últimos ocho meses un fiscal logró esclarecer lo que en los años anteriores otros tres fiscales no consiguieron aclarar.
El asesinato de la joven, cuyo marido, Brian Villanueva, aún no ha sido localizado, fue precedido de los abusos de su cuñado, de quien ahora se sabe, acosó sexualmente a la víctima.
La confesión de la acusada, quien según su relato ocultó parte de los restos de la joven en la casa materna de Brian y Kevin Villanueva, estremeció a las organizaciones de derechos humanos cercanas a ella.
Los colectivos Buscamos a Solsiret, Paro de Mujeres, Mujeres Desaparecidas, Ni una Menos Perú y la ONG feminista Flora Tristán convocaron un plantón este miércoles frente a la División de Criminalística de la Policía Nacional para exigir justicia y pedir la prisión preventiva de los sospechosos, ya que la detención preliminar vence este viernes.
“En este caso el Estado peruano nos falló a todas las mujeres”, lamentó en Radioprogramas la exsecretaria ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, Rocío Silva Santisteban, abogada feminista y congresista electa de la izquierda.
Con información de El País