Saltillo, Coahuila.- Las investigaciones que realiza la FGE, en conjunto con la Comisión de Seguridad y Protección Ciudadana, han arrojado como posible responsable a un menor de edad que, de acuerdo a los directivos de la institución educativa, había amenazado al personal docente luego de ser dado de baja hace dos semanas por mal comportamiento.
El comisionado de seguridad y protección ciudadana, Federico Fernández, explicó que una de las líneas de investigación que se siguen ese caso apunta a que la responsabilidad de los hechos, ocurrido durante la madrugada del sábado, se le pueden atribuir al adolescente, el cual ya estaría ubicado por las autoridades.
El incendio provocado en la biblioteca de la secundaria consumió poco más de 600 títulos, de acuerdo al información con la que cuenta la fiscalía general del estado, luego de haber levantado la denuncia de los directivos, quienes señalaron las amenazas que habían recibido por parte del estudiante.
El caso ya se encuentra bajo investigación en conjunto de las autoridades municipales y de la policía investigadora, quienes en próximos días podrían girar una orden para que el menor de edad padres se presente a declarar en torno a estos hechos.
Además, luego de este incendio que dejó daños de alrededor de 100 mil pesos, la Comisión de Seguridad y Protección Ciudadana ya instaló cámaras y un botón del pánico, aunque esto no dejó muy contentos a los padres de familia, quienes vieron reducidos a cenizas más de 30 años de esfuerzo de la Secundaria para armarse de libros y promover la lectura entre los estudiantes.
Lamentan maestros y alumnos incendio
Luego de que las llamas arrasaran con la biblioteca de la escuela secundaria Técnica Número 56, la directora del plantel, Antonia Pérez Pérez, compartió a VANGUARDIA la tristeza e indignación que ha invadido a maestros y alumnos al ver los daños que el incendio dejo, mismo que de momento desconocen por quien o quienes fue provocado.
“En la mañana les di un mensaje a primera hora, porque muchos sabían otros no, se especulaban muchas situaciones, muchas cosas pero yo les comentaba a los muchachos que finalmente nos duele mucho”, declaró la directora afirmando que hubo incluso lágrimas entre los docentes y estudiantes.
Entre lo que el fuego se llevó la madrugada del sábado 3 de marzo destacan tres copiadores, una de 111 mil pesos, otra de 60 mil, y una más que ascendía a los 50 mil pesos, dando un total aproximado de 200 mil pesos de pérdida material, sin contar los mil 500 libros con los que contaba la biblioteca, computadoras, una pantalla, cañón, frigobar, microondas, mesas binarias, sillas y estantes.
La biblioteca no solo albergaba libros y computadoras, era también un espacio utilizado para enriquecer el conocimiento de centenas de jóvenes que apoyados por sus maestros, acudían hasta ese lugar para reforzar lo aprendido en clase.
Sin embargo, más allá del valor sentimental, este suceso ha abierto la memoria de las autoridades escolares, ya que esta es la cuarta vez que la escuela secundaria ha sido víctima de actos delictivos.
“Ya nos han apedreado, grafiteado, robado en dos ocasiones, una con lujo de violencia hacía el intendente de la noche, lo amenazaron. Yo siempre les digo que resguarden su integridad física, nos pueden las cuestiones materiales pero aquí de lo que se trata es resguardar la integridad física de las personas que laboran aquí y de los estudiantes”, señaló Pérez Pérez.
La directora informó que las autoridades están investigando el caso, y que de momento desconocen con que fue provocado el incendio. “Ya se hizo la denuncia correspondiente, vino protección civil a levantar un escrito en cuanto a la infraestructura, ayer vinieron de secretaría de Educación afortunadamente a darnos también el apoyo, revisaron la estructura y al parecer no tienen daños de consideración, nada más lo que es la pintura, vidrios y etcétera.”
Con información de Priscilla Chavarría y Jetza Múzquiz