Saltillo, Coahuila.- Juan Ignacio Monsiváis Alvarado, el policía de Arteaga que asesinó a un compañero y lesionó de un balazo a su ex pareja, ya había sido denunciado el año pasado por golpear y amenazar a su entonces esposa.
EL GUARDIÁN dio a conocer que el 22 de abril de 2017 el Centro de Justicia y Empoderamiento de la Mujer solicitó protección inmediata para la afectada, Rosalinda Arteaga Hernández, tras denunciar por la vía penal a su pareja por agredirla físicamente y amenazar con desaparecerla.
El día de los hechos el policía llegó a su domicilio furioso, despertó a la mujer y a golpes la sacó al patio para patearla. La corrió de la casa y amenazó con desaparecerla al asegurar que ya tenía preparada el arma, y alegó que no iban a hacerle nada si cumplía sus amenazas.
ESTÁ BIEN ATORADO
Monsiváis Alvarado, “El Gallo”, de 37 años de edad, enfrenta dos delitos, el de homicidio calificado con ventaja y el de feminicidio en grado de tentativa, y ayer fue presentado en la sala número cuatro del Centro de Justicia Penal.
El ministerio público de Arteaga, Raúl Azpeitea Silva, dio lectura al proceso 249/2017 donde informó que los oficiales Gregorio Aguilar Martínez y su compañera, Rosalinda Arteaga Hernández, laboraban en turno de 24 horas en la patrulla 1602 el pasado 17 de febrero.
Al transitar por la brecha rural 122 que conduce del ejido Los Lirios a Laguna de Sánchez, se acercó Juan Ignacio, que era pareja sentimental de Rosalinda, y le pidió que bajara para platicar en torno a su relación sentimental.
Tenían dos días de haberse separado y le quitó el teléfono celular, por lo que la mujer policía regresó enojada a la patrulla para seguir con sus labores, pero Juan Ignacio la siguió y despojó de su arma de cargo, calibre .38 especial.
Con la misma pistola le apuntó a Gregorio, el cual le respondió que se calmara y era mejor que arreglaran su conflicto de pareja, pero se comportó más violento y obligó a ambos policías trasladarse a un predio.
INTENTA CALMAR AL AGRESOR
Rosalinda le pidió de favor a su ex pareja que se calmara, que lo hiciera por sus hijos, sin embargo él actuó más violento, la agredió y le disparó en la cabeza a Gregorio cuando intentó intervenir, y a Rosalinda en la frente.
Luego de la agresión Juan Ignacio se retiró con los celulares de ambos policías, y el radio de comunicación, rumbo a su domicilio.
Rosalinda quedó malherida e inconsciente por varias horas dentro de la patrulla, hasta que fue atendida por paramédicos de Bomberos y policías la mañana del sábado.
Ya en el hospital confesó que el agresor fue su pareja de más de tres años.
GUARDA SILENCIO ACUSADO
El imputado no quiso dar su versión en torno a los hechos, y solicitó a través de sus defensores la duplicidad del término, y será hasta el 23 de febrero cuando determinen su situación legal.
Por lo pronto el homicida va a permanecer bajo arresto en el Centro de Reinserción Social.
LO DESPIDEN CON HONORES
En plaza principal del ejido La Biznaga, localizado a 45 kilómetros de Arteaga y de donde era originario el oficial Gregorio Aguilar Martínez, fue despedido con honores por sus compañeros y familiares.
Cerca de las 10:30 de la mañana los restos del oficial fueron llevados a la explanada, donde el alcalde Everardo Durán Flores le colocó la bandera y el estandarte de la institución.
Posteriormente se le realizó una guardia de honor conformada por el mismo edil y seis oficiales con el uniforme de gala, así como sus armas largas.
Luego se dio el pase de lista y tras escucharse el nombre de Gregorio se respondió: !Presente! !Presente! ¡Presente!
Luego se activaron las sirenas y torretas de las patrullas de la Preventiva Municipal, donde se mencionó la unidad 1602.
Durante el homenaje, Everardo Durán reconoció que el fallecimiento fue en cumplimiento del deber.
Aseguró que el policía no tenía conflictos con su compañero y agresor, Juan Ignacio Monsiváis, y fue un problema entre el responsable y la ahora lesionada, Rosalinda Arteaga Hernández.
Ella aún sigue internada en el Hospital La Concepción, reportada como delicada pero fuera de peligro.
POR JUAN FRANCISCO VALDÉS