Saltillo, Coahuila.- La vista engañó a Valentín Martínez Huerta, de entre 65 y 70 años, quien llamó al número de emergencias al ver las manos de lo que para él era un niño encerrado en la cajuela de un auto estacionado en la zona centro, al final resultó ser el busto de una muñeca.
Faltaban 15 minutos para las dos de la tarde, cuando Tránsito Municipal y policías preventivos cerraron Álvaro Obregón, a la altura de la privada Palacios.
La acción se debió a que en el interior del Volkswagen Golf con placas de Querétaro que era conducido por Sara Rodríguez Muñiz, Valentín vio la mano de lo que parecía un niño atrapado, por lo que llamó al 911 solicitando ayuda.
De inmediato se realizó la movilización de la policía y el cierre de la calle; después ingresaron los bomberos a bordo del camión de rescate, para que se realizaran las maniobras pertinentes.
Y NADA, NO ERA UN NIÑO
Fue necesario romper la aleta trasera del lado del conductor para llegar a la mano de lo que al final resultó ser el busto de una muñeca que se encontraba atrapado.
Una vez que se confirmó que no era un niño el atrapado, los bomberos se retiraron del lugar, quedándose a cargo de la situación, elementos de Tránsito Municipal quienes esperaron a que llegara la propietaria.
Asustada por ver a los policías y los medios de comunicación alrededor de su auto, Sara preguntó por lo que había pasado y luego que se le informó lo sucedido, mostró el torso de la muñeca de su hija y solo preguntó quién le pagaría los gastos.
RESPONSABLE
Tendrá que ser Valentín quien se haga responsable por los daños ocasionados al vehículo, pues fue él quien originó que se movilizan las autoridades y se rompiera el cristal del vehículo de Sara.
Por ULISES MARTÍNEZ