A veces pasa que encuentras a una persona que te gusta, eso es normal, pero luego resulta que logras salir con ella, eso es muy bueno, y para cuando te das cuenta, de lleno en tu vida y se la presentas a tus amigos y a tu familia. Y funciona, ¿no parece excelente?.
Pero, siempre hay un pero, eso es lo que tu crees… hasta que un día se acaba el amor, y de repente todo tu entorno comparte una verdad absoluta que tu desconocías: no era para ti.
Algo así está a punto de pasarle a “Patri”.
En su caso, sin embargo, las advertencias le llegarán -si no le han llegado ya- mientras disfruta del romance -si es que todavía lo está disfrutando-.
La otra gran diferencia es que el aviso no procede de su entorno, sino de decenas de miles de tuiteros que se han hecho eco de un mensaje dirigido a ella.
La autora del aviso fue Rosa Tames, una escritora española que presenció en un autobús una conversación entre dos chicos en la que uno de ellos confesaba su intención de engañar a Patricia el día de Nochevieja. Tames, con cerca de 50 mil seguidores en la red social Twitter, pensó que un tuit, explicando la historia, podría llegar a los oídos de la implicada y lograr que hiciera un cambio de planes antes de que acabara el año.
Si te llamas Patri y sales con un chico moreno, delgado, de 1'90 mas o menos, que sepas que va delante de mí diciéndole a un tal Jandro que va a contarte una milonga para no verte en Nochevieja para irse con él a un fiestón en Vigo. Patri, si me lées: haz otros planes. De nada😉
— Rosa (@RossaTames) December 11, 2017
Decenas de miles de tuiteros hicieron eco del mensaje de la escritora, publicado el día 11 de este mes. Desde entonces, acumula más de 27.000 retuits, 22.000 likes y 371 respuestas. Ante el aluvión de reacciones y su sorpresa por la “solidaridad” de los usuarios con Patri, Tames publicó un segudo mensaje, esta vez dirigido al “novio” (o “ex”).
Madre mía ¡cuanta solidaridad con Patri!
Mensaje para el novio de Patri (o ex ya, no sé):
PERDÓNAME, CHAVAL. Ah, y pásatelo bien en Vigo. Saludos a Jandro. 😂— Rosa (@RossaTames) December 12, 2017
Los tuiteros se volcaron con la causa y enviaron sus consejos a la implicada. La sugerencia más socorrida era la esperada: romper con él.
A los usuarios más compasivos, hay que sumar todas aquellas Patricias cuyas parejas encajaban sospechosamente en la descripción. Tames explicó entonces en un tercer tuit que había recibido una multitud de mensajes de “Patricias” que pedían más datos sobre el episodio para comprobar si eran ellas las protagonistas del engaño.
En serio os digo que estoy LLORANDO DE RISA con vuestros comentarios, Desde "Patri mándalo a cagar" hasta "eres una pinche metiche" hasta los privados que estoy recibiendo de Patris que se dan por aludidas pidiéndome pistas y más datos. 😂😂Os lo juro: LLORANDO. Sois lo MÁS. 💋
— Rosa (@RossaTames) December 12, 2017
Esta historia sería digna del mejor drama si es que supiéramos qué pasó con Patricia y su desdichada relación… siempre y cuando si sus nombres hubieran sido reales.
La misma autora de los tuits reconoció días después en declaraciones a La Voz de Galicia que, aunque sí fue cierto que escuchó aquella conversación, se inventó los nombres.
Hey, que llevo años hablando de política, asuntos sociales, he escrito hasta un libro y hoy me hacéis tendencia en España y parte del extranjero para acabar pasando a la posteridad en twitter como una COTILLA ASQUEROSA.😂😂😂😂 Jajajaja ¡CABRONES!😉
— Rosa (@RossaTames) December 12, 2017
Tames confesó al diario que su objetivo no era lanzarle un aviso a la joven.
“Simplemente me hizo gracia el comentario de los chicos y pensé en reproducirlo para ver cómo era la reacción de la gente”, explicó, y añadió que seleccionó esos nombres “para añadirle un poco más de dramatismo y lograr que los usuarios se identificaran con ellos”.
Desde luego lo que la tuitera consiguió, con intención o no, fue que alguna que otra Patricia dudaran de su novio, que algún Jandro sufriera por si se veía enredado en un lío de novios, y que el único sin bautizar se replanteara -o eso suponemos- qué hay de cierto en aquel dicho que tantas otras veces habrá oído: las mentiras tienen las patas muy cortas.