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ESTADO DE MÉXICO. La última vez que los padres de Diana Velázquez Florencio vieron a la joven de 24 años de edad con vida, fue el pasado 2 de julio cuando la joven salió de su domicilió ubicado en el municipio mexiquense de Chimalhuacán, para hacer una llamada.
Siento como si me hubieran arrancado un pedazo de corazón, yo no puedo vivir sin un pedazo de corazón. Me arrebataron un pedazo de mi vida, me lo arrebataron, me lo arrancaron. Yo creo que, si me hubieran arrancado un pedazo de mí, no me dolería tanto como la ausencia de mi hija”, aseguró la madre de la joven asesinada.
Pesé a que los padres de Diana Velázquez Florencio presentaron una denuncia a las autoridades, estas dijeron que era muy rápido para reportarla como desaparecida.
No pensamos que se hubiera alejado de la casa, pensamos que estaba afuera de la casa, porque luego se salía a hablar por teléfono. Su teléfono no tenía buena señal adentro de la casa y luego se salía y pensamos que estaba ahí, enseguida yo me salgo a ver y no se encontraba. Me metí rápido y le empecé a marcar a su teléfono”, recordó Lidia Florencio.
“No regresó temprano, fuimos a hacer la denuncia de su desaparición a la procuraduría y nos dicen que tiene muy poco de haber desaparecido, que seguramente andaba con el novio o con los amigos. Nos regresamos a la casa para seguirla buscando”, aseguró.
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El cuerpo de Diana fue llevado al Servicio Médico Forense, unas horas después de su desaparición, sin embargo, sus padres no dieron con él hasta varios días después, tras agotar recursos de búsqueda propios.
Estando ahí en la procuraduría de Neza, a mi hija Laura se le ocurre preguntar, porque ahí hay Semefo. Se acerca a preguntar si no había una chica con las características de mi hija, desgraciadamente ahí estaba. Ya después nos enteramos que el mismo domingo que desapareció a las seis de la mañana, las autoridades tienen el reporte que a mi hija la habían abandonado en calle Francisco I. Madero muy cerca de la casa, en la colonia Guadalupe”, agregó.
Familiares y amigos de Diana, quien vendía dulces en la calle salieron a exigir justicia, pues aseguran que en la carpeta de investigación se presentaron algunas inconsistencias, entre ellas que Diana fue reportada como hombre al momento de su hallazgo.
“Cuando encuentran a mi hija dicen que es masculino. Cuando se abre la carpeta de investigación, desde el comandante, patrulleros, el perito que llega a donde encontraron a mi hija, hasta el que empieza a ser la necropsia de ley dicen que es un hombre”, recordó.
Ahora sus padres tratan de buscar consuelo en los objetos y habitación de Diana, una joven cuya ilusión era ser madre a los 27 años.
“Es el cuarto de mi hija, aquí es donde ella se quedaba a dormir, aquí es a donde venía a descansar. Si tenía su televisioncita, su mesa. Apenas este cuarto lo acabamos de hacer para que ella estuviera bien y ya ve que nos la arrebataron”, agregó Jairo Velázquez, padre de Diana.
