Saltillo.- El mundo de Iker ha sido durante un año y ocho meses un silencio total. Reconoce a sus seres queridos y hasta se comunica con ellos, sin embargo, no escucha los arrullos de mamá ni las sonrisas de su hermano.
Nació sordo y mientras su familia no consiga el financiamiento para una operación, el pequeño podría quedarse así toda la vida.
Para Andrea de la Cruz Rivera imaginar esa situación la pone triste, se desespera y pregunta al aire: ¿por qué mi niño? Pero no hay respuesta, desde que le dieron el resultado de los estudios sobre las capacidades auditivas, sabe que el tiempo corre en contra.
En julio pasado los doctores le soltaron el diagnóstico y comenzó la cuenta regresiva para buscar devolverle el sentido con el que no nació su hijo, pero que puede arreglarse con un implante coclear.
¿Coclear? Se preguntó aquella vez. A decir de Andrea, no se ha repuesto de tan grave noticia, pero al ver la cautivadora sonrisa de su hijo deja de lado el pesimismo y lucha al lado de su familia para conseguir la ansiada operación.
Es un guerrero
Iker Guadalupe López de la Cruz corre y grita por toda su casa mostrando la felicidad de jugar con su hermano de tres años, su compañero de batallas.
Apenas tuvo noción de su existir, se convirtió en un niño inquieto y difícil de educar, parecía vivir en otra dimensión, por eso consultaron con el médico.
Luego de varios estudios la triste noticia llegó; sordera permanente de nacimiento, dijo el doctor. De ahí en adelante fue un trajinar por consultorios hasta que les dieron una esperanza, el llamado implante coclear.
Es una operación que implica insertar un dispositivo pequeño que llega hasta el nervio auditivo y actúa para que éste recupere su sensibilidad y por ende, la capacidad de escuchar, esto debe hacerse hasta antes de los tres años.
Pero hay un problema, la operación cuesta 100 mil pesos y el aparato 750 mil.
Su padre, Édgar López, trabaja en una fábrica y le es imposible juntar ese dinero.
Manos a la obra
La esperanza mueve a la familia a hacer todo lo posible para recaudar fondos y así poder ver feliz a su niño al poder comunicarse.
“Él quiere hablarme pero no puede, no le podemos explicar lo que no debería hacer, porque no me escucha. Es muy inquieto por lo mismo que no nos puede escuchar y reaccionar, es su hermano el que le ayuda a hacer las cosas”.
La familia creó un lenguaje por medio de señas y así poder enseñarle a Iker como a ser independiente “cuando quiere leche, me toca el busto, así ya entiendo y le preparo su leche”.
La familia del menor pide el apoyo de la ciudadanía para poder recaudar los fondos necesarios y así poder realizarle la operación a Iker. “De todo corazón se le vas agradecer el apoyo, si me apoyan van a ver que mi niño va estar mucho mejor”.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Un implante coclear es un pequeño dispositivo electrónico que ayuda a personas sordas o que tengan muchas dificultades auditivas. Se implanta por medio de una cirugía.
Sin embargo, estos dispositivos no restablecen la audición normal. Son herramientas que permiten procesar los sonidos y el lenguaje y transmitirlos al cerebro.
USTED PUEDE ayudar a Iker
Si desea ayudar a la familia de Iker, puede hacerlo contactando a la familia en el número 315 03 35 o acudir a calle Encino 2915 de la colonia Zaragoza.
Por Paloma Franco