Saltillo.- Florencio de la Rosa vio su vida pasar entre golpes en la cabeza y su resistencia que le ha permitido llegar a los 70 años. Durante la madrugada del jueves se enfrentó a tres personas que llegaron directo a asaltarlo aprovechando que dormía solo en casa. Mas a los malandros les esperaba una sorpresa.
El violento acto tuvo lugar en la colonia Vicente Guerrero, en donde aproximadamente a las 4:00 ningún ruido lo despertó, sino un golpe seco en su frente, aturdido y todo no permitiría que lo lograran ahogar con una almohada, como era su intención.
De oficio albañil durante la mayor parte de su vida, sacó la fuerza para quitarse al primero y aventarse el tiro con los tres.
En sus años mozos fue boxeador y eso también le valió para batirse a golpes a pesar de su desventaja, con ello logró poner momentáneamente a uno de ellos. Para eso su frente ya sangraba profusamente.
Los otros dos lo tuvieron a merced por un momento, pero lejos estaban de imaginar que de la nada les estaba recetando sus trancazos al grado de tener que buscar la salida, para eso ya habían tomado un celular, mismo que no volvió a aparecer.
Huyeron de la casa y de la paliza que les estaba dando don Florencio, quien fue auxiliado instantes después por unos vecinos, mismos que lo trasladaron al Hospital General.
Las lesiones
Traía al menos cuatro garrotazos; el primero fue en la ceja derecha, traía la nariz inflamada y por poco le arrancan la oreja derecha. Perdió mucha sangre, pero soportó todo, ahí fue suturado y milagrosamente permanecía lúcido.
Para todos fue un milagro que hubiera soportado la refriega, no así para sus hijos, quienes afirmaron que siempre ha sido fuerte y ayer quedó demostrado, aunque falta ver las posibles secuelas que le dejen los golpes.
Aproximadamente a las 3:30 de la tarde fue dado de alta y por las medidas sanitarias se le envió a casa, donde permanece delicado, pero estable.
En cuanto a poner la denuncia, uno de los familiares afirmó que la Policía estaba enterada y supuestamente acudiría al mencionado centro médico, pero en todo ese tiempo ninguna autoridad se acercó.
El hombre dijo no conocer a las personas que lo atacaron.
POR PASCUAL ESCANDÓN