Kaze
Saltillo.- Más de 40 locatarios del Mercado Juárez han decidido cerrar, tanto por las recomendaciones de resguardo en casa, como por las bajas ventas que han provocado las medidas contra el coronavirus en el mundo.
Jorge es uno de los vendedores de comida que renta un local del icónico mercado del Centro Histórico. Estaba esperando la temporada de Cuaresma para que incrementaran sus ventas en productos de pescadería, pero desde el lunes no ha atendido a una sola persona.
“Desde el jueves de la semana pasada empezó a caer la venta. Pasó el fin de semana y estuvo más o menos, nunca como antes. Pero desde que empezó la semana, que es un buen día, te puedo decir que no ha venido nadie”, expresa.
El negocio de Jorge donde vende todo tipo diversos platillos de mariscos ahora en Cuaresma, genera gastos de luz, renta, agua, y sobre todo de gas, y por ello la incertidumbre es permanente, pues dice que en su establecimiento las ventas han caído hasta un 90 por ciento.
“Yo tuve buena venta en diciembre, y es un colchoncito, pero no sabemos cuánto va a durar. Lo bueno que yo ya soy solo, mis hijos ya están grandes, pero mis compañeros tienen hijos chiquitos”, expresa.
Lo que vende Jorge en este local representa al 70 por ciento del ingreso de su hogar, y en el caso de don Julio, uno de los vendedores del área de carnicería del mismo mercado que se ha quedado sin vecinos y que dice que en estos días apenas ha vendido el 60 por ciento de lo que se vende en una semana. Algunos no acuden entre semana, pero otros que sí, han preferido dejar la venta.
“De esto vivimos. Aquí vamos al pasito a ver lo que salga. Ahorita si hay gente, pero poquita, antes estaba lleno”, expresó.
En ambos casos, ninguna autoridad federal, estatal o municipal, se ha acercado para ofrecerles un plan en medio de la incertidumbre económica que generará por lo menos un mes de ausencia de transeúntes y labores en las calles.
“Vinieron nada más los de Municipio para decirnos las recomendaciones sanitarias, pero de lo otro todavía no llega nadie”, expresa don Julio, quien también dice que los ingresos son solo para dos personas, él y su esposa. Sin embargo, la vecina que cerró a un lado, tiene hijos adolescentes.
POR ARMANDO RÍOS
