Saltillo.- Marcos se hallaba con su esposa en una fiesta con unos amigos, pero se puso tan ebrio que todo acabó mal. Alrededor de las 01:00 horas, ya muy tomado, comenzó a hacer comentarios que incomodaban a los demás asistentes a la reunión en la calle 20 de la colonia Brisas Poniente.
Según testimonios de las personas que fueron interrogadas, la pareja había arribado cerca de las 21:00 horas y ya sabían de los problemas en la relación por lo agresivo del hombre.
Fue avanzando el convivio y Marcos se pasó de copas, hasta el punto de empezar con comentarios y chistes muy subidos de tono, lo que avergonzó a su esposa, que intentó calmarlo y mejor le dijo que se fueran a casa.
Salieron a la calle y fueron los gritos de Marcos los que alertaron a los asistentes a la fiesta, quienes llamaron al 911.
Llegó la Policía y la víctima relató los abusos que había sufrido, entre insultos, amenazas de muerte y manotazos, por lo que Marcos fue asegurado.
POR JETZA MÚZQUIZ