Kaze
Estados Unidos. Una joven de 19 años enfrenta cadena perpetua por matar a un hombre que presuntamente la violó y la vendió por sexo.
Chrystul Kizer conoció a Randy Volar en 2016 cuando ella tenía 16 años y él 33. Las autoridades dicen que fue una de una docena de víctimas de las que Volar abusó sexualmente y filmó sin su consentimiento.
En la noche del 5 de junio de 2018, Chrystul le disparó a Volar en la cabeza dos veces en su casa en Kenosha, Wisconsin, antes de incendiar su cuerpo y huir de la escena en coche.
La policía localizó el vehículo horas después en Milwaukee y lo relacionó con Chrystul, quien confesó haberlo matado cuando la policía la interrogó. Cuatro meses antes, Volar había sido arrestado por cargos de incitación a menores, un delito sexual infantil y asalto sexual de un menor en segundo grado. Las evidencias encontradas en su casa indicaban que Chrystul fue una de sus víctimas.
Volar fue liberado inexplicablemente de la cárcel el día después de su arresto, sin derecho a fianza, y permaneció en libertad hasta la noche en que Chrystul le disparó. El fiscal de distrito Michael Graveley, cuya oficina conocía las pruebas en contra de Volar, pero no lo procesó, acusó a Chrystul de homicidio intencional de primer grado y homicidio, informa Daily Mail.
El fiscal ha argumentado que Chrystal había planeado previamente el asesinato, basado en mensajes de texto que envió a sus amigos y una selfie que publicó en las redes sociales dos horas antes de que se encontrara el cuerpo de Volar, que subtitulaba ‘My Mugshot’ (Mi foto policial).
Chrystul, que ahora tiene 19 años, ha sostenido que no fue a la casa de Volar esa noche con la intención de matarlo, y dice que actuó en defensa propia después de que él la drogó y trató de tener relaciones sexuales con ella.
