Italia.- La policía en Italia ha detenido al cura Michele Mottola, de 59 años, por haber abusado sexualmente de una niña de 10 años en la parroquia donde predicaba.
Los hechos pasaron en mayo de 2018 en la parroquia de Sant Giorgio de Trentola Ducenta (Cerca de Nápoles). La niña grabó al pederasta sin que él lo supiera.
Era de confianza
El hombre llegó en el 2017 a la localidad, donde se ganó la confianza de la niña y de su familia. A menudo participaba de la vida de la menor, de tan solo 10 años: iba a cenar en su casa y él, a cambio, le hacía regalos, como un reloj o un ordenador.
Los padres de la víctima no sospecharon nunca nada, porque creían que era una buena persona. “Era como un amigo”, ha explicado la madre de la niña, según informa RT.
5 meses terribles
La familia ha explicado en un programa italiano que la niña, de repente, cambió su manera de ser y se comportaba de forma extraña.
Sufrió abusos de forma repetida durante 5 meses por parte de Mottola, pero cuando explicó lo que estaba pasando a dos feligreses, estos no la creyeron.
“¿Lo que hacemos es sexo?”
La niña explicó a los religiosos que el cura le daba besos y la acariciaba, e incluso les llegó a preguntar si estaban teniendo sexo.
Pero no la creían, así que decidió grabar con su teléfono móvil cada vez que se encontraran.
Audios impactantes
Cuando estaban juntos, el cura le decía que la tendría “desde la mañana hasta la noche”. Además, delante de la atemorización de la niña, él respondía: “¿Tienes miedo? Abrázame, dame un beso. ¿Sabes que te quiero?”.
En muchas de las grabaciones se puede escuchar a la niña llorando, pidiéndole que se detuviera y que la dejara en paz.
“Eres como un terrorista suicida islámico”, le decía a la niña
Mottola le quiso hacer creer a la niña que ella había consentido todo lo que había pasado entre los dos.
Cuando ella le dijo que había hablado del tema con otros dos feligreses, él se enfureció: “ahora entenderán otras cosas. Las cosas se pondrán muy mal”, le dijo.
El pederasta llegó a ir a casa de los padres de la niña para hablar con ellos, y les dijo que la niña mentía. “Eres como los terroristas suicidas islámicos, tirando una bomba, matando gente y escapando”, espetó delante de la familia. Pero la niña también lo grabó todo.
La familia y la niña acudieron al obispo de la diócesis de Aversa, Angello Spinillo, con las grabaciones de todos los descubrimientos entre Mottola y la menor. El alto cargo religioso expulsó al cura de su parroquia.
La familia de la víctima denunció los hechos ante las autoridades y aportó todas las pruebas que había recopilado la niña. Ella llegó a decir que querría morir: “Me siento más sola que nunca porque nadie puede entenderme”, aseguró.
Tuvo que aceptar
Gracias a las grabaciones de la niña, la justicia italiana ha actuado y ha detenido a Mottola, y le imputan un delito de abuso sexual a una menor.
El hombre ha reconocido públicamente los hechos, que en un primer momento negó. “Todo es verdad, y pido perdón”, ha dicho.
Por su parte, la familia de la niña ha aplaudido la valentía de la pequeña, que “no tenía miedo y fue hasta el final”. Y han asegurado: “Ella fue más lista que él”.