Estados Unidos. Una madre de Colorado que pidió donaciones para cubrir los tratamientos médicos de su hija de siete años que, supuestamente, tenía una enfermedad terminal, ha sido acusada de asesinato. Por ejemplo, la Fundación Make-A-Wish, que concede deseos a niños críticamente enfermos, pagó alrededor de 11 mil dólares por una fiesta de disfraces.
Kelly Renee Turner, de 41 años, fue acusada el lunes de 13 cargos criminales que incluyen abuso infantil, robo y fraude caritativo por la muerte de su hija. La acusación formal alega que Turner causó la muerte de Olivia Gant en 2017, no las múltiples enfermedades que la madre afirmó que la niña tenía, informa The Guardian.
La causa de la muerte de Olivia no quedó clara de inmediato. Originalmente se atribuyó a insuficiencia intestinal. Su cuerpo fue exhumado el año pasado y la autopsia no encontró evidencia física de esa enfermedad u otras afecciones que Turner afirmó que sufría la niña, incluido el trastorno convulsivo y la acumulación de líquido en las cavidades profundas del cerebro. La muerte de Olivia ahora aparece como indeterminada.
Los investigadores aseguran que Olivia había estado usando un tubo de alimentación y fue ingresada en julio de 2017 en el Children’s Hospital de Colorado, donde los médicos dijeron que su nutrición era deficiente.
Un médico dijo a los investigadores que Turner quería retirar toda la atención médica y la alimentación artificial de su hija porque su calidad de vida “era muy mala”. El médico también explicó que la madre insistió en firmar una orden de “no resucitar” a su hija.