El Salvador. José tiene 44 años de edad. Un día le dijo a su compañera de vida que fuera a cortar café y que se encargaría de cuidar a su hijo y a su hijastra. Pero sus intenciones no eran buenas. Su artimaña le servía para violar a la niña de 12 años. Eso pasó durante dos años, hasta que la menor se suicidó con su cuerda para saltar de una viga del techo de la vivienda.
Carmen (madre de la menor) conoció a José en 2009 en Santiago de María, Usulután, en El Salvador. Ambos tenían 38 años y decidieron vivir juntos y tener un hijo. Ella tenía una hija de siete años de su primer matrimonio, quien se puso muy feliz al saber que su mamá estaba embarazada y que tendría un hermano.
Carmen estaba muy contenta por el nacimiento de su hijo Juan, pero le preocupaba que tenía que aumentar las horas de trabajo para poder ganar un poco más de dinero y cuidar al nuevo integrante de su familia. Por su parte, José le prometió que le acompañaría a cortar café para obtener más ingresos para el hogar.
En 2010 Diana, en ese entonces de 10 años y estudiante de tercer grado, madrugaba para irse a la escuela, salía de su casa y caminaba varios kilómetros por una zona rural de Santiago de María hacia su centro educativo. Era feliz por ir a estudiar, y los vecinos le notaban en su rostro el entusiasmo y dedicación.
Fue en noviembre de 2012, cuando Diana estaba por finalizar el año escolar, que salió temprano de la casa, pero mientras caminaba le salió al paso su padrastro José, quien le dijo que no iba a ir a la escuela ya que tenía que regresar a casa. Muy obediente retornó a la vivienda con José, pero se dio cuenta que Carmen andaba trabajando en los cafetales.
Al preguntarle a su padrastro por su madre, José le manifestó que andaba trabajando y que él se había quedado cuidando a Juan.
“El (padrastro) le decía a la mamá de la menor que se iba a quedar en la casa cuidando al hijo de ambos, entonces solo la señora iba a los cafetales. En ese momento es que él salía a alcanzar a la niña y se la llevaba para la casa. Fue ahí, en la casa de láminas, donde vivían que la violó, cuando tan solo tenía 12 años”, relató la fiscal del caso.
Después de abusar sexualmente de ella José le pidió que fuera a bañarse y a lavar su ropa interior y toda prenda que tuviera sangre. Con mucho miedo la menor salió de la casa hacia un lavadero a pocos metros de la vivienda y lavó las sábanas de la cama y su ropa interior.
Después de dos años de abusar sexualmente de Diana, la menor ya no quería ir a la escuela, perdió las ganas de jugar y comer. Los vecinos notaron el cambio de la menor y le preguntaban qué le pasaba, a lo que Carmen nunca supo responder.
Una mañana Carmen se encontró con Raúl, un vecino, quien le contó que José andaba diciendo que tenía relaciones sexuales con Diana por $5.
“Fue ese día que la mamá de la menor lo corrió de la casa y le dijo que no quería que volviera a llegar. La madre le pregunta a la niña y ella no le quería decir, pero al final le cuenta todo. La señora no puso denuncia, porque según ella ahí iba a quedar y no quería más problemas”, dijo la fiscal.
José se marchó de la casa, pero llamaba por celular a Diana y le exigía que se fuera a vivir con él, “porque ella ya le pertenecía a él. Y a la madre le decía que ya no la quería”.
La mañana del 26 de noviembre de 2014 Carmen se encontraba lavando el maíz para llevarlo al molino y su hijo Juan jugaba en el patio. Sonó el teléfono, Diana respondió, era José quien le llamaba para exigirle que se fuera a vivir con él.
Diana colgó el celular y con lágrimas en los ojos llegó al lavadero donde estaba su mamá y le contó lo que José demandaba, pero Carmen le prometió que eso nunca va a ocurrir.
“Desde el lavadero la señora les dice que se fueran a cambiar porque ya se iban para el molino, ve que la niña no estaba y el niño se asoma por una hendidura de la puerta y ve que la niña estaba colgada con la misma cuerda con la que ella jugaba”, contó la fiscal.
“Las niñas de esa edad no tienen claridad del tiempo, pero ella decía: Desde que salí de la escuela empezó. Después de abusar de ella la mandaba a lavar la ropa para no dejar evidencias cuando la mamá llegara”, agregó.
Con la voz entre cortada y con lágrimas en los ojos, la funcionaria recordó cuando llegó el 26 de noviembre a la humilde vivienda a realizar el levantamiento de cadáver y observó a la niña colgada en una viga del techo de la casa.
“Se me parte el alma al recordar ese pequeño cuerpecito colgado. Era una niña chiquita, delgadita, mal alimentada, y con una gran inocencia que ella creía que el hombre se la iba a llevar y la única salida que ella encuentra es el suicidio”, relató.
La Fiscalía emitió una orden de captura en contra de José, siendo detenido en noviembre de 2017 en una vivienda en Santiago de María. El Juez de Sentencia de Usulután lo condenó a 26 años y ocho meses de prisión.
ACLARACIÓN: por motivos de seguridad, los nombres de las personas han sido modificados.
Con información de LA PRENSA GRÁFICA