CDMX.- El miércoles pasado, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX), detuvieron a dos jóvenes de 17 años luego de que se robaran kilo y medio de oro de una joyería de la zona centro.
Con réplicas de armas sometieron a empleados y se llevaron el botín; sin embargo, cuando pretendían fugarse, la motocicleta no arrancó y ahí fueron capturados.
Luego, los policías, como lo indica el protocolo, los remitieron al MP y como prueba del delito entregaron las réplicas de armas, el kilo y medio de oro robado, testimonios de empleados de la joyería y videos de vigilancia; además, le informaron a la autoridad que la moto ya tenía reporte de participar en otros robos.
Con todo, un juez de control especializado en menores infractores consideró que las pruebas no fueron suficientes y los dejó libres sin informar a otras autoridades.
La sorpresa se la llevaron los mismos policías de la zona centro cuando el domingo los volvieron a detener; los menores robaron otra vez la misma joyería.
Este hecho, la llamada “puerta giratoria”, uno de los múltiples beneficios del nuevo sistema de justicia penal, molestó al secretario de seguridad ciudadana, Jesús Orta Martínez.