Detallaron que durante las revisiones, que deberían hacerse por una mujer policía, participan también policías varones
Saltillo.- Un grupo de sexoservidoras de la zona de tolerancia denunció una serie de malos tratos por parte de elementos de la Policía Municipal, encargados de cuidar el orden en este sector.
Las mujeres, que prefirieron guardar el anonimato por temor a represalias, se dijeron humilladas por los oficiales quienes las obligan a desnudarse y hacer sentadillas en las celdas que se encuentra en la delegación policial de ciudad sanitaria.
Detallaron que durante las revisiones, que deberían hacerse por una mujer policía, participan también policías varones.
“No porque seamos sexoservidoras merecemos que nos traten así. Exigimos un trato digno”, reclamó una de las mujeres.
Expusieron además que en reiteradas ocasiones son víctimas de violencia física por parte de los gendarmes que las jalonean o las hablan con injurias.
Las trabajadoras sexuales señalaron como las autoras principales de estas violaciones a las encargadas del Comité de la Zona de Tolerancia y Locatarias, Verónica Hernández y Verónica Miranda, quienes además les aplican castigos.
“Y cuando nos quejamos de los maltratos de los policías no hacen nada, nada”, dijo otra de las trabajadoras.
Por su parte, Nora Azucena Muñoz Ramírez, una sexoservidora que en septiembre pasado fue operada de cáncer de colon y que ahora se dedica a vender repostería a las afueras de la ZR, acusó a los policías que vigilan la entrada de echarla del lugar con amenazas y por medio de la fuerza, pese a que ella está incapacitada por su enfermedad.
“Nadie tiene el derecho a quitarle al trabajo a una persona y menos a una discapacitada”, externó.
Cuestionados al respecto, los agentes asignados en la ciudad sanitaria dijeron no poder dar información sobre el tema.
Verónica Hernández Mendoza, tesorera del Comité de Ciudad Sanitaria, desmintió los señalamientos hechos por el grupo de trabajadores sexuales y calificó a Nora Azucena como una persona conflictiva, dada a alcoholizarse, a armar escándalos e insultar a los parroquianos y a las mujeres.
“Es agresiva. Donde quiera que me ve me mienta la madre, me habla por teléfono y me mienta la madre. A mí me ha agredido”, asegura.
Y dijo que es mentira que las mujeres sean tratadas con violencia y obligadas a desnudarse delante de los policías hombres.