Fotografía: Orlando Sifuentes
Originario de la meritita colonia Bellavista, a sus 37 años de edad recuerda haberse adentrado al mundo musical en un coro que había en la iglesia San Juanita cuando apenas era un chamaco; tiempo después al ser un colegial de secundaria se metió al club de rondalla:
“Lo daba (el curso) un profesor llamado Rafael; él es del grupo Takinkai y de ahí empezó mi gusto por la rondalla, por la música, por tocar la guitarra y en preparatoria comencé a escribir mis primeras canciones”, recuerda con alegría y orgullo, agregando que dichas creaciones eran del tema “más fácil”: desamor.
“Siempre ha sido lo más fácil, o los vives o son temas que tú ves a gente que te cuenta sus historias, de los mismos estudiantes incluso que veía como se peleaban, como regresaban y de ahí podía sacar las historias”, detalló.
Pero para Carlos, su verdadera entrada a la composición musical fue al salir del Instituto Tecnológico de Saltillo de la carrera de informática: “Entré a la Rondalla Sentimientos de Saltillo y fue la primera vez que se me grabó una canción, la cual se llama: ‘Vivir Sin Ti’ y se grabó para un disco hace 11 años; al año de eso me doy cuenta que en Facebook, esa canción la interpretan varias personas… ósea la gente la empezó a tocar en tríos y rondallas de otros lugares; te estoy hablando de que si yo ponía el nombre de mi canción en ‘face’ aparecían como 20 agrupaciones tocándola”, expresó que en aquellos años sintió tanta emoción por su carrera debido a que era sólo una canción que había grabado y el éxito no tardó en llegar a su vida.
‘Vivir Sin Ti’ fue la primera grabada, sin embargo ya había otras 20 rolas escritas en “el cajón”; hoy en día Carlos Morales tiene más de 200 canciones de su autoría y alrededor de 40 que ya fueron trabajadas propiamente por diferentes grupos de Saltillo, Ciudad Acuña, Guanajuato, Michoacán, Zacatecas y otros estados de México.
El compositor aclara que no ha dado sus canciones a artistas comerciales porque desde hace años tiene la idea de escribir para sí mismo y sus rondallas sin embargo no se cierra a colaborar con otros músicos del mismo género para dar a conocer sus letras.
“Alguna vez me preguntaron que si recibía regalías por las canciones que les doy a otros grupos pero en realidad no; en un principio empecé esto como un hobbie, como por amor al arte… Siempre se ha dicho que los ‘escorpiones’ nos guardamos todo y la única forma de sacarlo es escribiendo y era una manera de a lo mejor sacar mis frustraciones, mis enojos y alegrías al escribir canciones y fíjate que nunca se me había hecho llevarle a algún artista reconocido mi material. Lo único que sí hice fue registrar los temas”, contó fascinado en su pasión al arte.
Sin embargo el cantautor no descarta la posibilidad de enviar algunos de sus temas a agrupaciones de talla nacional o internacional y al preguntarle a quién o quienes le gustaría mandar su material él respondió: “A mí me gustaría un día que me grabara un tema no sé… Bronco, algunos grupos de moda como los siérrenos, también algún grupo de pop como Rio Roma hasta Ha*ash e incluso podríamos hablar de Calibre 50. Pienso que la música es para todos los géneros”, puntualizó.
Su pasión musical es casi dedicada plenamente a las rondallas que maneja en Saltillo, pero el talento de este hombre es tan grande que debería calarse como solista, sin embargo todavía no se anima a dar “el brinco”: “Más que nada es por el tiempo, no me enfoco al 100 por ciento a la música; los fines de semana que tengo más tiempo libre es cuando me enfoco siempre a las rondallas, a dirigirlas y también participando en Rondalla Sentimientos como integrante y mi gusto ahorita es compartir la música con los niños”.
Son el futuro
Morales advierte que dos agrupaciones rondalleras que tiene son de niños de seis a 15 años de edad y su misión es transmitirles lo que a él le gusta, involucrarlos en dicha pasión musical y de repente invitarlos a que ellos también hagan sus composiciones.
“Me han tocado niños que me sacan una letra, yo les ayudo a montarla y la grabamos. Es mi idea ahorita ir pasando mis gustos y mis hobbies a todos los niños ahorita que estoy manejando en rondallas”.
Dejó en claro que busca dejar huella en las siguientes generaciones; los chicos siempre son el futuro y Carlos Morales Fragoso está perfectamente consciente de ello: “Hay pocos géneros musicales que transmiten mucho, como en este caso la rondalla, porque después de una rondalla te podrías dedicar a ser un trovador o hasta un rockero”, agregó que le ha tocado ver a algunos ex alumnos ahora subir su propio material a Youtube en diferentes géneros y le da orgullo saber que él portó un granito de arena al nuevo talento.
Más allá de la música
Como toda una cajita de sorpresas, Carlos se dedica a la informática de lunes a viernes; todo lo que tiene que ver con la computación y la licenciatura que eligió para trabajar; sin embargo le parece algo tan estresante que por eso le toma más amor a su guitarra y letras, un espacio que le permite fluir fuera de su área “Godín”.