Un policía de 37 años residente de Berlín, Alemania fue condenado a pasar ocho meses en prisión y pagar una multa de más de 65 mil pesos (3 mil euros), por haberse quitado el condón durante una relación sexual, sin el consentimiento de su pareja.
El tribunal de justicia local determinó que si bien este no es un caso de violación, constituye una agresión sexual grave pues se incurrió en una actividad con la que la víctima no estuvo de acuerdo y en el país, violar la voluntad de una mujer a participar en cualquier acto sexual, es un crimen sexual.
El agresor mandó un sms a la víctima reconociendo que su “comportamiento fue idiota”, pero la víctima consideró que un mensaje de texto no era suficiente para resarcir el daño y continuó con la denuncia.
La práctica de quitarse el condón sin consenso es conocida como stealthing y es considerada por muchas mujeres y expertas en el tema como una forma de violación ya que constituye el ejercicio de una actividad sexual con la que una de las partes no está de acuerdo y es una amenaza directa hacia la seguridad y dignidad de la víctima.
Alexandra Brodsky, de la National Women’s Law Center quien ha buscado que el stealthing sea considerado como una “violación adyacente”, esta es una situación bastante común con el que las muchas personas se enfrentan y que desafortunadamente se ha convertido en una práctica que incluso se glorifica en sitios de Internet donde se publican manuales completos para hacerlo.
Con información de Código Nuevo