La reportera del diario AM de Hidalgo, Joselyn Sánchez, narra que los civiles involucrados en la recolección de gasolina lo hacían de manera desordenada. Incluso, infiere en que habían unos cuantos que fumaban, jugaban y se tomaban fotos muy cerca de la toma clandestina.
La reportera dice que se retiró de la toma clandestina porque el olor del hidrocarburo, a pesar de estar lejos, era insoportable.
Posterior a su retiro, vio como es que varios militares se acercaban al ducto de Pemex en Tlahuelilpan; así que ella y su equipo los siguieron.
Cuando se estaban acercando, vieron cómo el ducto estaba en llamas.
Sánchez cuenta que pudo observar como la gente corría incendiada y clamaba por ayuda. Otras personas un poco más afortunadas, pudieron salir por su propio pie sin ropa y con quemaduras en algunas partes de su cuerpo.