Orlando.- La ciudad de Orlando, que conmemoró el segundo aniversario de la matanza perpetrada en una discoteca gay por un hombre que juró lealtad al Estado Islámico, está conmocionada por un caso de violencia doméstica que terminó con la muerte de cuatro niños y del hombre que los tomó como rehenes.
Los cuatro niños fueron encontrados muertos en el apartamento donde Gary Wayne Lindsey Jr. de 35 años, se atrincheró cerca de la medianoche del domingo, tras haber herido a uno de los policías que habían respondido a un llamado de emergencias por violencia doméstica.
Gary Wayne Lindsey Jr., quien tenía antecedentes penales por incendio premeditado y violencia doméstica, también fue encontrado muerto, según dijo John Mina, jefe de la Policía de Orlando durante una conferencia de prensa.
“Hemos trabajado duro para que esta situación terminase pacíficamente. Desafortunadamente, ha tenido un final trágico y triste”, dijo Mina al filo de la medianoche del lunes.
El incidente duró cerca de 21 horas y ahora los médicos forenses y la policía se disponen a investigar los hechos en un día en el que Orlando, la ciudad del centro de Florida mundialmente conocida por sus parques temáticos, conmemora el segundo aniversario de la muerte de 49 personas que asistían a una fiesta latina en la discoteca Pulse.
Un guardia de seguridad de origen afgano, Omar Mateen, que juró lealtad al Estado Islámico antes de caer muerto por los disparos de la policía, que asaltó el local de ambiente gay, fue el autor de la matanza ocurrida el 12 de junio de 2016.
En la rueda de prensa celebrada anoche, el jefe policial de Orlando pidió a la gente que siga orando por el agente Kevin Valencia, quien sufrió heridas de “mucha importancia” al ser disparado por el hombre que se atrincheró con los niños.
Valencia permanece en estado crítico en el Centro Médico Regional de la ciudad, donde fue operado de un disparo en el rostro.
El complejo de viviendas donde se produjo el suceso fue evacuado después de que la novia de Lindsey Jr. lograse salir del apartamento casi a medianoche del domingo y denunciara a la policía que su novio la había agredido y se había quedado en el interior de la vivienda con los cuatro niños, dos de ellos hijos de ella y dos de él.
Cuando los policías llegaron cerca de la medianoche al complejo de apartamentos, Lindsay Jr. abrió fuego e hirió de gravedad a Valencia.
Desde el apartamento, situado cerca del parque Universal, el hombre se comunicó al menos en cinco ocasiones con los agentes que negociaban su entrega pacífica.
“Nos damos cuenta que este ha sido un día muy difícil para toda la comunidad y los familiares de las personas envueltas y pedimos que sigan orando”, dijo por su parte el comisario Jerry Demings, de la Comisaría del condado Orange.
Sesenta alguaciles de Orange, incluyendo un equipo de fuerzas especiales SWAT, llegaron el lunes al lugar del atrincheramiento para sustituir a los agentes de tácticas especiales de Orlando, que requerían de un descanso, dijo Demings.
Lindsey Jr. contaba con un largo historial criminal y había ingresado en la cárcel del condado de Volusia, en el norte de Florida, varias veces desde 2004 por diversos hechos delictivos.
Mina explicó que la Policía estuvo en contacto “directo e indirecto” con Lindsey a lo largo del día para negociar su entrega.
Sin embargo, poco antes de las 21.00 hora local del lunes (03.00 GMT), un agente se percató del cuerpo sin vida de uno de los niños dentro del apartamento, por lo que las autoridades decidieron iniciar un operativo de rescate del resto.
Cuando entraron, según explicó Mina, hallaron muertos a los niños y también a Lindsey, de un aparente suicidio.